Maduresa fue el primero de los vinos de Celler del Roure, una de las bodegas más interesantes del panorama vitivinícola de Valencia. Un tinto elaborado a partir de un atractivo coupage de varietales autóctonos entre los que destaca la mandó, una variedad local casi extinguida por la que Pablo Calatayud se interesó cuando apenas quedaban unas pocas cepas en la región y que hoy, gracias a su esfuerzo y dedicación, parece estar en vías de recuperación. Maduresa pone en valor todo el potencial de esta variedad e interpreta con franqueza y a pleno sol el paisaje del sur mediterráneo.

Aun siendo un vino grande, complejo, profundo y con mucha esencia, Maduresa ha evolucionado con los años hacia un tinto más fresco, con mayor fluidez y elegancia. Es, en resumen, un vino de gran calidad, toda una referencia entre los vinos de Valencia y con la curiosidad añadida de la desconocida mandó. Un vino que hay que probar y una bodega a tener muy en cuenta.